No se si alguien a estas alturas no sabe aún que todo el puente de la Constitución y la Inmaculada Concepción lo he pasado en Gran Canaria. Bueno, si os enteráis ahora os recuerdo los links de los sitios donde hemos estado.
Pues lo dicho, que nos hemos puesto de pescaditos que vamos..., buen recuerdo nos llevamos.
Pero para recuerdo el del restaurante LA AQUARELA. ¡Menuda sorpresa!. Grata, muy grata, y todo ello gracias a mi amiga Lola Jiménez que me lo recomendó. ¿Pero como se me ha podido pasar este restaurante en tanto tiempo?...
Restaurante La Aquarela |
Al sur de la isla de Gran Canaria, en Patalavaca, dentro de la urbanización Aquamarina, junto a la piscina, se encuentra este restaurante, que yo definiría como un "oasis" en el desierto...
Antes de empezar tengo que haceros una aclaración. Hay una diferencia importante entre el almuerzo y la cena. Ni mejor ni peor, he dicho diferencia.
Al mediodía el ambiente es como más "informal"; la gente se está bañando en la piscina y tú, en la terraza del restaurante (que como habréis observado en la foto anterior está junto a ella), puedes comer a la carta. Sencilla, corta, a base de ensaladas y platos fríos como entrantes, y alguna carne y pescado a la plancha como segundo o plato principal; cinco postres y listo.
Lo cierto es que para nosostros fue una decepción, pues pensamos que lo que denominan en el restaurante almuerzo bistro era una alternativa a la carta, no solamente la única opción al mediodía. Bueno, comimos bien y tuvimos que volver por la noche. Pero no adelantemos acontecimientos que estamos con el almuerzo.
Al poco de sentarnos nos ofrecieron como aperitivo de la casa una focaccia de romero (pintaba bien la cosa, pensé) recién horneada, unas aceitunas machacadas con un aliño insuperable y una mantequilla al eneldo. Esta vez, en lugar de tomar cerveza de aperitivo, pedimos directamente agua y vino de la tierra. Optamos por un blanco de la D.O. Gran Canaria, "Mondalón". Muy interesante.
A la vista de la carta, pedimos tres platos para compartir.
El primero fué el salmón marinado con ensalada verde, láminas de parmesano y mayonesa al dill.
Después continuamos con unos mejillones al vapor, con vino blanco, ajo y perejil.
Y rematamos con un tartare de solomillo de buey con helado de mostaza, rúcola y vinagreta de balsámico, preparado al gusto, para lo que te sirven antes una pequeña porción y determinas si está correcto o lo quieres más "hecho".
Aunque la niña prueba de todo lo que comemos, a ella la apetecía comerse una hamburguesa casera de ternera, con cebolla confitada, papas fritas y ensalada, acompañadas de una salta tártara y mostaza de Dijon.
En cuanto a los postres, riquísimos, tanto el tiramisú clásico con queso de mascarpone acompañado de un helado de vainilla como la selección de sorbetes (nosotros nos decantamos por los de cereza, frambuesa y mango).
Y después de esto nos fuimos, pero con la reserva hecha para volver al día siguiente por la noche. Teniamos ganas de probar la carta.
Pues nada, dicho y hecho. Qué diferencia entre el almuerzo y la cena. ¡Como el día y la noche!. ¡Como entre el blanco y el negro...!.
Y esta vez si. Ya teníamos prácticamente pensado lo que ibamos a comer, pues habíamos analizado la carta tanto el día anterior como en la web.
Empezaron sirviéndonos de apertivo unas papas chips blancas y violetas, aceite de oliva virgen extra y mantequilla al eneldo, con una selección de panecillos recién horneados.
Para beber, agua sin gas y nuevamente un vino de la tierra, "Volcán", de la D.O. Gran Canaria.
Después continuamos, a modo de aperitivo igualmente, con una copita de salmón marinado y espuma de patata.
Y a partir de aquí nosotros pedimos, para compartir unas finas láminas de ciervo ligeramente ahumado con mousse de alcachofas y setas marinadas. El plato es muy atractivo, se sirve tapado con una campana de cristal y que cuando se abre delante del cliente, deja escapar el humo que contiene. Un espectáculo que sorprende a más de uno...
Después compartimos unas vieiras al grill con verduras encurtidas, coliflor "noissette" y salsa verde. Muy buenas de punto las vieiras y crujientes las verduras, con todo su sabor.
Continuamos con un pescado, el cherne asado con almejas frescas, judias tiernas y salsa ligera de champagne, según la carta, pero a nosotros nos lo sirvieron con unas verduritas (calabacín, calabaza, brócoli e hinojo) y que, sinceramente, le venían muy bien, todas ellas "al dente". Las almejas, abiertas al vapor, conservando todo su jugo, carne y potencia. ¡Lástima que no hubieran sido de mayor calibre..!.
Para terminar la cena un poquito de carne, pichón de caserío con col china, crema de maiz y caldo de lentejas. Se sirve por una parte el pichón, muy conseguido, hecho, pero manteniendo todo su sabor y ternura (no me hubiera importado que viniera sangrante, pero entiendo que los gustos de otros pueden hacer rechazar el plato...) y que se remata en mesa incorporando un caldo ligero.
Y aunque como ya sabéis que la niña come de todo, y probó todos los platos, ella venía con ganas del rabo de toro "rossini" con avellanas, puré de patatas y setas crujientes. Y se lo comió.
Los postres de fábula, tanto el soufflé caliente de cerezas con sorbete de cerezas marinadas como la pasión por el mango (mousse de mango, espuma y sherbet de mango-pasión).
Una grata sorpresa descubrir La Aquarela.
Merece la pena conocerlo y disfrutar de todo: de la presentación de los platos, de la calidad de sus productos, del punto de verduras (al dente), de los pescados (jugosos) y de sus carnes (en su punto), de su ambiente acogedor y de un servicio intachable...
Volveré.
Precioso lugar y con unos platos expectaculares, lo tendré en cuenta para cuando vaya por allí.
ResponderEliminarVenía para felicitarte por el premio, tan bien merecido del concurso de Apicius, ¡¡Me ha encantado y, ya lo tengo en la buchaca para ver si me sale igual o parecido jejeje.
Tienes un blog estupendo, me quedo en él.
Besotes.
Muchas gracias Kesito.
ResponderEliminarSi sigues la receta del blog (ésta o cualquier otra) tiene que salirte igual, porque están todos los pasos. Hazlo y me cuentas.
BIENVENIDA.