El Roscón de Reyes más especial...

Yo creo que para todos la festividad de los Reyes Magos encierra unos días muy especiales, tanto desde antes de que vengan, preparando la carta con un montón de ilusiones y deseos plasmados en ella, como, sin duda alguna, la mañana en que nos levantamos y vemos que regalos nos han dejado.

En mi casa siempre limpiamos los zapatos y los dejamos en la entrada, para que los vean bien limpios los Reyes Magos; preparamos comida (pan duro) y agua para los camellos y siempre dejamos algo de comer (unos dulces) y de beber (Brandy o PX) para sus Majestades, que la noche suele ser, para ellos, larga y fría...

¡Que ilusión por la mañana!.

Mi hija siempre dice desde su habitación:

¡Papá, ¿el árbol está encendido?!...

¡Si cariño, vamos a ver que han dejado los Reyes...!.

Porque, con la magia que encierra el día, el arbol de Navidad está encendido, señal de que los Reyes han dejado sus regalos, nuestros regalos...

Todos los años grabo la escena: primero los regalos que dejan los Reyes en la entrada de casa, junto al árbol de Navidad, luego la cara de mi niña cuando los ve. ¡Teníais que verla!, bueno supongo que la habréis visto en los vuestros. Una carita que refleja ilusión, alegría, sorpresa y, como no, inocencia. Aunque a mi este día es más de ilusión que de inocencia. Yo tengo mucha ilusión, y de inocente... poco.

Pues bueno, ¿por qué estos Reyes son realmente MUY ESPECIALES?. Pues por que la niña, ya a sus diez años y medio, queramos o no, se hace muchas preguntas, y lleva unos días preguntando a su madre sobre la verdad de los Reyes:

Mamá, yo ya se que vosotros sois los pajes de los Reyes, pero, ¿quiénes son los Reyes?.

¿Sóis vosotros?.

¿Cómo consiguen los Reyes los regalos?.

¿Cómo dejan los regalos en casa?.

¿Los regalos, los pagan o los cogen?

Y así un sin fin de preguntas, todas ellas a su madre. A mí, ninguna. Por eso la dijimos:

Cariño, el día 7 te lo explicamos.

Y así hemos dejado pasar las fiestas hasta hoy, dia 8 de enero de 2012 (ayer tuvimos un día muy ajetreado en casa, con un montón de amigos intercambiando los regalos que los Reyes dejarón en cada casa para los niños).

Esta mañana, desayunando chocolate con roscón de Reyes, era la oportunidad.

¡Carmen!, la he dicho, llevas unos días preguntando a mamá sobre los Reyes Magos.

Si papá, me ha contestado.

¿Quieres saber realmente qué es lo que pasa en la noche de Reyes?.

¿Quieres saber quienes son los Reyes?.

Si, papá, me ha contestado.

Y con una voz rota por la emoción la he dicho: Hija, escucha con atención la historia que te tenemos que contar mamá y yo... Y así su madre ha empezado:

Hija, ¿tu sabes quienes son los Reyes Magos?.

Si mamá. Los que trajeron regalos al niño Jesús cuando nació.

Muy bien, ¿y tu sabes por que vienen?

Y con cara de sorpresa, a la vez que de interés, la hemos ido contando...

Mira hija, ahora celebramos el nacimiento de Jesús, pero a la vez se celebran en todas las casas el nacimiento de los niños, como si fueran el Niño Jesús. Es un día de gozo y de alegría.

En tiempos de los romanos, éstos obligaban a todos a adorar al César de Roma como si fuera un Dios, pero los cristianos sólo creían en un único Dios, en el verdadero, nuestro Señor, y no adoraban al César. Pero a todos aquellos que no adoraban al Cesar, los romanos los mataban y, por eso, los cristianos pensaron en como podían adorar a su Dios sin ofenderle y sin que los romanos los mataran.

Si leemos las Escrituras, un Ángel comunicó a los pastores que estaban durmiendo al raso el nacimiento del Niño. Si pensamos un poco, no se puede dormir a la intemperie en invierno, porque hace mucho frío, además no hay pastos para el ganado, por lo que el Niño Jesús no puede haber nacido en invierno. Además, se veían muchas estrellas en el cielo, y en invierno suele haber muchas nubes.

Entonces, lo que pasó es que los cristianos pensaron: nosotros queremos celebrar el nacimiento del Niño Jesús; cualquier fecha es buena para celebrar el gozo, entonces hagámosla coincidir con las paganas de los romanos, que crean que adoramos a su César y celebremos la llegada del Salvador.

Y así, en todas las casas de los cristianos se celebraba la fiesta, que parecía que era en honor del César, pero en realidad era en honor del nacimiento del Niño Jesús.

Pero entonces, ¿sois vosotros los Reyes?.

Mira hija, los Reyes Magos eran tres sabios, muy sabios, muy estudiosos, que analizaban lo que pasaba en el cielo y su relación con la tierra. Sabían de astronomía, de física, de matemáticas, cada uno desde un sitio, y fíjate si eran sabios que, cada uno en su tierra, analizando el cielo, mirando las estrellas, llegarón a un mismo sitio, al pesebre, a adorar y agasajar al Niño Jesús.

Se dieron cuenta de que algo grande había pasado en la tierra y siguieron a una estrella que les llevó a Belén.

Al Niño le agasajaron como se merecía: como Rey, como Dios y como hombre. Y por eso le llevaron cada uno de ellos oro, incienso y mirra, respectivamente.

Por eso, nosotros, los padres, hacemos de Reyes Magos en estas fechas, por que celebramos el nacimiento del Niño Jesús, y lo recordamos celebrando igualmente tu nacimiento, traýendote ragalos, como hicieron los Reyes Magos.

Y todavía con cara de sorpresa y perpleja nos pregunta:

Pero, ¿la flauta que me han traído los Reyes de los tíos de Canarias?...

Pues hija mía, nosotros hemos hecho posible esa magia. Nosotros somos los que esta noche hacemos de Reyes Magos y celebramos el nacimiento del Niño, y celebramos al tiempo tu llegada... Le hemos dicho a los tíos lo que querías y nosotros nos encargamos de hacértelo llegar. Los regalos los dejamos nosotros.

Pero, ¿cuando los dejáis?.

¿Dónde los guardáis?.

¿Cuando los compráis?...

Los regalos los dejamos junto al arbol por la noche, cuando duermes, los guardamos por casa, para que no puedas verlos hasta el día de Reyes, para darte una sorpresa y, los compramos cuando podemos, cuando estás en el cole, cuando salimos a dar una vuelta...

Teníais que haber visto su cara de asombro...

Pero hija mía, lo más importante de esta fecha es la ilusión que se debe de tener. A nosotros nos hace mucha ilusión ver como deseas las cosas, ver como se lo pides a los Reyes, ver tu carita por la mañana junto al arbol, de asombro, de alegría, de satisfacción. Aunque no te traigan lo que has pedido, te conformas con lo que te dejan. También nos hace mucha ilusión regalarnos a nosotros, porque nosotros no sabemos lo que nos van a dejar los Reyes, es una sorpresa.

Lo más importante de este día, ahora que conoces la magía de los Reyes Magos y su significado, es que mantengas la ilusión por siempre, que la compartas con nosotros, que no se lo digas a otros niños, pues deben ser sus padres quienes se lo cuenten y, sobre todo, que no olvides este día. Un día tendrás que ocupar tú el lugar de los Reyes Magos y mantener la magía de esta noche...

Aún se me saltan las lágrimas escribiendo lo que nos ha sucedido esta mañana.

¿Sabéis una cosa?, nos dice la niña, a partir de ahora me voy a poner a pensar en lo que quiero que os traigan los Reyes el año que viene, voy a hacer una lista con todas las cosas...

Y así, entre lágrimas de alegría, hemos compartido con nuestra hija la magia de los Reyes Magos y nos hermos terminado de desayunar el roscón con chocolate, que aunque este año no lo he hecho yo (nos lo han regalado nuestros amigos Antonio y Bea) ha sido realmente un roscón que nunca olvidaré en mi vida, el más dulce, con más sabor a azahar...

Roscón de Reyes.