Tanto monta, monta tanto, Isabel como Fernando. Pues este es el caso de Casa Solla en Madrid, en el restaurante Piñera... Pero al final: Madrid-Galicia CALIDADE...
Del restaurante Piñera, aunque no haga falta hablar, ya hablaremos en otro momento. De Solla... no hay nada que decir... ¿o si?.
Hoy hablaremos de una iniciativa del restaurante de Madrid "Piñera", tal y como es el acercar el resto de cocinas/cocineros de calidad de otros rincones de España a Madrid. Y este ha sido el caso de hoy: poder disfrutar de uno de los grandes del grupo "Nove" para los pobres parroquianos que no tenemos la posibilidad de acercarnos hasta Poio, en Pontevedra, y disfutar de las bondades que nos ofrece Pepe Solla en su cocina.
Personalmente me parece una buena iniciativa, aunque tal y como he quedado con Pepe, esto es no es excusa para que no visite su restaurante. ¡Pepe, prepárate que voy... XA!.
Bueno, a lo que íbamos, el menu de hoy ha consistido en una degustación de lo que hace Pepe Solla en Galicia, con una pequeña reseña de algunos platos que identifican a Javier Aranda en su cocina, la de Piñera. Aunque hoy el protagonista era Pepe...
Hemos comenzado con dos aperitivos: el primero un Royal de guisantes, con un sabor potentísimo, muy rico, y el segundo un lomito de caballa con nabo negro, sin comentarios, un buen producto, de temporada nuevamente, en su justo punto, preparaciones ambas de Javier Aranda.
Luego, continuamos con las entradas del menú degustación especial de Solla, consistente en:
Unas verduras de temporada con base de tomate seco y tierra de boletus (plato de Javier Aranda), todas ellas en su punto, con el toque "crunch" que hace degustarlas en todo su esplendor.
Unos tallarines (yo diría fideos cabellín) de almidón salteado en licuado de alga codium. El mar en la boca. Galicia en Madrid. ¡Superior Pepe!.
Para continuar con una cigala escaldada cocinada a baja temperatura, con un caldo de patas de las cigalas asadas. En su punto. Sin más...
Para rematar con dos pescados:
Un guiño a la Galicia tradicional, con corte moderno, a través de una merluza sobre un puré de tubérculos, brotes y ajada (versión moderna de una merluza a la gallega).
Y después, por estar en temporada, una lamprea con alcachofa y arroz crujiente. Para mí, de los mejores "peces" que se pueden comer en esta temporada. De un sabor y textura que no tiene comparación, aunque, desgraciadamente, vaya por delante la fama que le han puesto algun@s...
A continuación los postres, empezando por una tortilla Alaska (de Javier Aranda). ¡Finísima! y que viene de maravilla como primer postre para rematar la gran comida que hemos tenido.
y una mousse cremosa de chocolate blanco (de Pepe Solla). ¡La guinda que faltaba!, aunque realmente no faltaba nada.
Hemos acompañado la comida con dos vinos gallegos, como no podía ser de otra forma: un Ribeiro, Viña de Martín "Os Pasás", limpio, brillante, untuoso, largo en boca y fresco, que conjuntaba muy bien con todos los platos; y después, un mencía, Ribeira Sacra, Lacima del 2008, muy interesante, y nada que ver con los mencía clásicos. Muy elegante en boca, con una nariz frutal, con recuerdos de crianza, y un paso largo, nada agresivo, muy agradable y largo, largo, largo...
Para rematar el menú degustación terminamos con una buen café solo, unos petit fours y una copa de gin tonic que, como en Piñera, en pocos sitios los preparan igual.
Gracias por la iniciativa. Gracias por la comida. Gracias por el compromiso.
Nos volvemos a ver en Piñera.
Y a ti, Pepe, nos vemos en Poio.
Luego, continuamos con las entradas del menú degustación especial de Solla, consistente en:
Unas verduras de temporada con base de tomate seco y tierra de boletus (plato de Javier Aranda), todas ellas en su punto, con el toque "crunch" que hace degustarlas en todo su esplendor.
Unos tallarines (yo diría fideos cabellín) de almidón salteado en licuado de alga codium. El mar en la boca. Galicia en Madrid. ¡Superior Pepe!.
Un guiño a la Galicia tradicional, con corte moderno, a través de una merluza sobre un puré de tubérculos, brotes y ajada (versión moderna de una merluza a la gallega).
Y después, por estar en temporada, una lamprea con alcachofa y arroz crujiente. Para mí, de los mejores "peces" que se pueden comer en esta temporada. De un sabor y textura que no tiene comparación, aunque, desgraciadamente, vaya por delante la fama que le han puesto algun@s...
A continuación los postres, empezando por una tortilla Alaska (de Javier Aranda). ¡Finísima! y que viene de maravilla como primer postre para rematar la gran comida que hemos tenido.
y una mousse cremosa de chocolate blanco (de Pepe Solla). ¡La guinda que faltaba!, aunque realmente no faltaba nada.
Hemos acompañado la comida con dos vinos gallegos, como no podía ser de otra forma: un Ribeiro, Viña de Martín "Os Pasás", limpio, brillante, untuoso, largo en boca y fresco, que conjuntaba muy bien con todos los platos; y después, un mencía, Ribeira Sacra, Lacima del 2008, muy interesante, y nada que ver con los mencía clásicos. Muy elegante en boca, con una nariz frutal, con recuerdos de crianza, y un paso largo, nada agresivo, muy agradable y largo, largo, largo...
Para rematar el menú degustación terminamos con una buen café solo, unos petit fours y una copa de gin tonic que, como en Piñera, en pocos sitios los preparan igual.
Gracias por la iniciativa. Gracias por la comida. Gracias por el compromiso.
Nos volvemos a ver en Piñera.
Y a ti, Pepe, nos vemos en Poio.
Un buen homenaje para los comensales de este excelente menú.
ResponderEliminarSaludos
Interesante la lamprea, nunca la he probado.
ResponderEliminarMacho menudos homenajes te pegas, jejeje. Sigue así que estos artículos son súper interesantes.