En esta ocasión me he agenciado unos riñoncitos de cabrito (generalmente los que encuentro son de cordero) y, ¿por qué no hacerlos de una manera tradicional?.
Lo más importante: tratarlos con cuidado para que no nos recuerden en el guiso los sabores de la función que realizan. Pero esto es fácil. ¡Estad atent@s!...
Ingredientes (4 personas):
16 riñoncitos de cabrito
2 cebollas grandes
3 dientes de ajo
1 puerro
200 cc. de vino blanco seco
25 cc. de brandy de Jerez
Tomillo fresco
Sal común
Pimienta negra en grano
Aceite de oliva
Preparación:
Empezamos retirando la grasa que los envuelve, caso de que no lo haya hecho ya nuestro carnicero, y posteriormente los uréteres (son esos "tubitos" blancos que salen a un lado del riñón).
Los lavamos, los secamos y los cortamos por la mitad.
A continuación los ponemos en una sartén con el fuego al mínimo. Los tapamos y dejamos que vayan soltando todo el orín.
Vamos retirando éste a medida que salga para que no se cocinen los riñones con él y cojan sabor, y cuando ya no echen más, apagamos el fuego y reservamos.
Por otra parte, ponemos una sartén al fuego, añadimos aceite de oliva virgen y pochamos las cebollas cortadas en brunoise junto con tres dientes de ajo bien picaditos. Salpimentamos.
Incorporamos el puerro cortado en aritos y unas hojitas de tomillo fresco, y dejamos rehogar a fuego medio unos minutos hasta que se caiga.
Añadimos los riñones que teníamos reservamos, envolvemos bien y echamos el brandy de Jerez. Flambeamos.
Cuando se apague el fuego (señal de que ya se habrá quemado todo el alcohol), incorporamos el vino blanco, una ramita de tomillo fresco y rectificamos de sal.
Listo para servir.
Presentación:
En un plato hondo disponemos la ración por comensal y decoramos con unas hojitas de tomillo fresco.
Riñones de cabrito encebollados al aroma de tomillo. |
NOTA: si os gusta que la salsa os salgo muy espesita, tenéis dos opciones, o dejar cocinar más hasta que la salsa reduzca, o añadir junto con el vino un poquito de harina de maíz disuelta, así quedará más espeso y brillante.
Hace siglos que no preparo riñones. Te han quedado estupendos, con un buen vino para disfrutar.
ResponderEliminarMuchas gracias.
EliminarA mi me gusta mucho la casquería, especialmente los riñones: encebollados, con vinagre, con ajito y perejil, asados, a la plancha...