Os tengo que pedir doblemente perdón.
La primera por el retraso en subir recetitas. Lo siento, ando liado con el trabajo que me da de comer y... no doy para más.
La segunda, porque no podía haber reiniciado mi andandura con una receta más polémica, ¿por que?. Pues a la vista de como he hecho el "txangurro" igual los comentarios lo aclaran, pero para empezar os diré que el txangurro es el centollo, pero se ha extendido llamar así al centollo preparado. ¿Y donde está el asunto?. Pues que yo lo he hecho con buey de mar.
Y aunque en algunos sitios también se prepara con buey de mar, lo más honesto es admitir la realidad. Eso si, que dependiendo de los bolsillos (y ahora más en época de crisis) podemos hacerlo como mejor consideremos.
Espero que me perdonéis pero sobre todo, que os guste.
Ingredientes (para 12 cazuelitas):
2 bueyes de mar (yo los he utilizado ya cocidos y congelados)
1 cebolla blanca grande
1/2 puerro (la parte de arriba)
1 copita de brandy de Jerez
4 cucharadas de salsa de tomate casera
12 picatostes de pan
Perejil
Aceite de oliva
Sal común
Preparación:
Lo primero que tenemos que hacer es descongelar el buey de mar, y luego, con paciencia y ayudados de unas tenacillas, ir sacando la carne de las patas y del cuerpo, con mucho cuidado de no acompañar de ninguna cáscara. La carne así obtenida la reservamos.
En una sartén ponemos a pochar la cebolla blanca picada en brounoise fina, con una pizca de sal.
Cuando esté ligeramente dorada añadimos el puerro cortado de la misma forma. Rectificamos de sal y dejamos pochar igualmente a fuego lento.
Una vez pochado añadimos la carne de buey de mar, envolvemos bien, salteamos un par de minutos y añadimos una copita de brandy de Jerez. Flambeamos.
Una vez que se ha apagado el fuego añadimos cuatro cucharadas de salsa de tomate casera, envolvemos bien y dejamos sofreir un par de minutos más. Listo.
Presentación:
Rellenamos unas cazuelitas con el txangurro y colocamos en el medio un picatoste de pan y una hojita de perejil.
Observaciones: en muchos sitios el txangurro se remata en el horno, introduciendo estas cazuelitas hasta que dore el pan rallado que se pone por encima cubriendo la carne de buey. Yo he sustituido este proceso por el picatoste; simplemente es otra forma de prepararlo.
Pasa por mi blog que te he dejado algo, jisjis: http://enlacocinadebea.blogspot.com.es/2012/05/cupcakes-de-moka-y-premios.html
ResponderEliminarBesos
Buenos días José:
ResponderEliminarNo es el primero que al buey de mar en este tipo de preparación le llama txangurro, así que no creo que haya ortodoxos que protesten, ya que lo deja bien claro.
La preparación le ha quedado magnifica.
Saludos
Pues con buey también se puede hacer... por qué no? Además creo, si no me falla la cabeza, que estamos en temporada de buey.
ResponderEliminarUn abrazo.
Madre mia por dios José,vaya manera de celebrar tu cumple,esto si que es una verdadera celebración,y yo en mi cumple una tortillica con un tomate :( es lo que tiene estar a dieta!!,un beso...!!
ResponderEliminarHombre, el centollo es el centollo... Pero esta receta que nos has contado tiene que quedar de lujo, porque el buey de mar está también muy rico y, como dices, es más asequible para los bolsillos de la mayor parte de la gente. ¿Que lo queremos llamar txangurro? Pues bueno, por mí estupendo, pero se llame como se llame me tomaría una de esas cazuelitas ya mismo :)
ResponderEliminarMuy güeno... :)José Soler.
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