lunes, 31 de octubre de 2011

Botero: ¿botillo o mujer con espejo?

Si es que no puede ser. Estaba yo tan tranquilo en casa y me llama Pablo, no el de las pochas, sino un antiguo alumno. Y como ahora solo nos une la amistad (que no es poco), va y se presenta con un botillo leonés, cuatro tarros de pimientos bercianos embotados (que los hacen sus abuelos) y dos botellitas de vino de crianza de la misma tierra que hace su cuñado. Vamos, que así, yo no me pongo a plan, mecagüen…


Gracias Pablo (y familia).

Poco tengo que pensar. Solo me falta conseguir unas buenas patatas para cocerlas con el botillo, un buen chorizo ahumado berciano y unas berzas.

Pero como ya me vais conociendo, sabéis que le doy demasiadas vueltas a las cosas, por eso, me he puesto a mirar el botillo, y mirando, y dando vueltas y pensando…



y diciendo “mira que he comido yo botillos, pero éste, ¿de qué me suena?......”, ¡Ya está!, este botillo es una obra de arte.

¡Este botillo es de Botero! (Medellín, Colombia. 1932). Inconfundible: escena costumbrista, pincelada cerrada, con figuras y contornos definidos, desproporcionando lo real.

Y a la vista de lo anterior me pregunto si en lugar de un botillo me habrá traído Pablo el boceto de mujer con espejo. Porque esas curvas, no me digáis que no tienen parecido…


Ya daré cuenta de ello cuando pase por cocina... que será en breve. 

2 comentarios:

  1. Todo parecido con la realidad es pura casualidad jajajaja
    Menuda imaginación, sólo podia ser obra de un "tio" claro!!!!
    Saluditosssssssss

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  2. ¿Mal pensado yo?. Anda, que no andas na. Cuando me pongo a pensar.... Es sencillamente un homenaje a la comida boteril y a las maravilllosas curvas que generan sus excesos.
    ;-)

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