Restaurante VOLVORETA en el Hotel Madrid Tower: cocina de altura...

Tenía ya ganas de conocer el restaurante de la planta 30 del hotel Madrid Tower ***** para poder opinar de primera mano.

 

Unos me dijeron que la comida fría, otros que era una pasada (sin entrar en más detalles), otros por el contrario, van por la exclusividad.... Pues nada amigos, decidid vosotros a la vista de este reportaje.

 

Nada más llegar a la puerta del hotel, lo primero que haces, aunque no quieras, es mirar hacia arriba. ¡Qué pasada!. Y piensas: nosotros comeremos a mitad de camino...

 

Una vez en la planta 30 del hotel, no dejamos de pensar en la altura a la que estamos: la propia altura de la sala, las vistas desde la mesa...

 

Ya sentados, empezamos con la carta de primavera-verano: 11 entrantes, 5 pescados, otras tantas carnes y cinco postres. ¡Hay donde elegir!, aunque la carta no se corresponde con la que aparece en la web del hotel, pero no importa.

 

Carta de corte clásico (aparente), donde prima la calidad de la materia prima, la técnica y la presentación.

 

Como aperitivo nos ofrecieron unos snacks de pasta filo con pimentón y pipas de calabaza, y un  vasito de melón y pepino.

 

A continuación, estos fueron los platos por los que nos decantamos. Como entrantes para compartir:

 

- Bogavante salteado y glaseado con quinoa real, erizos de mar, yuzu y brotes de sisho rojo.

 

- Tagliatelle fresco con verduritas al dente y salsa pommodoro.

 

 - Fideuá de chipirón al momento con morillas, yema y brotes de borraja.

Como segundos, dos pescados y una carne:

 

- Lubina salvaje confitada con lima kaffir, salteado de pack choi y sésamo, brunoise de cítricos y salsa thai con notas picantes.

 

- Ventresca de bonito ahumada con chutney de tomate y salsa teriyaki.

 

- Ventresca de cordero lechal con un risotto de piñones al parmesano y hierbabuena.

 

Los postres los tuvimos clarísimos desde el principio:

 

- Tierra de chocolate.

 

- Soufflé de chocolate con sorbete de naranja.

 

- Tarta fina de manzana, lemon curd y crema helada de vainilla.

 

La comida fue regada con un vino de la Ribeira Sacra, LALAMA 2007, y los postres con un PX.

 

Terminamos con un buen café y unos petit four: bombones de chocolate rellenos de frambuesa y copa de crema de coco y chocolate.

 

 

Habrá que probar la carta de la temporada otoño-invierno, ¿verdad?...