Cazuelita de níscalos y butifarra negra con huevo de corral

Igual parezco un poquito pesado con las setas pero, en temporada, no me canso...

 

Sin duda alguna hay que aprovecharse porque este año han venido casi a su tiempo (bueno un poquito más tarde de lo normal por lo menos por Madrid) y mientras que siga lloviendo flojito, salga el sol y no hiele...

 

¡A por más setas al monte! (o en su defecto a la plaza...).

 

Ingredientes (4 personas):

 

300 gr. de níscalos (lactarius deliciosus)

200 gr. de butifarra negra

4 huevos de gallina de corral

1 cebolla blanca grande

4 dientes de ajo

Tomillo

Sal común

Sal maldon

Aceite de oliva virgen extra

 

Preparación (individual):

 

Ponemos en una cazuelita de barro una cucharada de aceite de oliva virgen extra y, cuando esté caliente, añadimos un cuarto de cebolla cortada en brunoise gruesa y un ajo pelado y fileteado. Dejamos pochar a fuego medio, dando vueltas con una cuchara de madera para que no se nos queme, hasta que esté ligeramente dorada la cebolla.

 

 

Añadimos 75 gr. de níscalos que habremos limpiado previamente con un cepillito y cortados en daditos, y una pizca de tomillo seco. Sazonamos y envolvemos bien dejando que se hagan ligeramente los níscalos (en torno a un par de minutos o tres).

 

 

A continuación incorporamos 50 gr. de butifarra cortada en taquitos también, como los níscalos, y sin piel. Damos vueltas con cuidado para que nos se nos deshaga la butifarra (en torno a un par de minutos).

 

 

Por otra parte, cascamos un huevo de corral, separamos la yema del huevo, y echamos la clara en el centro de la cazuelita. Envolvemos y en cuanto que empiece a cuajar (un minuto o menos) ponemos en el centro la yema con cuidado de que no se rompa.

 

 

Dejamos hacer un par de minutos más y listo para servir.

 

 

Presentación:

 

Rematamos el plato con unas escamas de sal maldon sobre la yema y unas hojitas de romero fresco. Sobre un salvamantales y a la mesa. ¡Cuidado que viene calentito...!.

 

Cazuelita de níscalos y butifarra negra con huevo de corral.

 

Y ahora el placer de romper la yema, envolver con los níscalos y la butifarra, y mojar con pan, del bueno... ¡Ummmmmmmmmmmm, qué rico!.