De toda la vida he visto en casa aprovechar la comida.
- Hijo, no se tira nada. ¡Si hubieras pasado una guerra...!
Mi abuela materna siempre lo decía cuando cocinaba o cuando la decíamos mi hermano y yo que no queríamos más o que tal plato no nos gustaba... ¡Sabias palabras!.
Quizás por eso a mi tampoco me gusta tirar nada (solo lo imprescindible) y aprovecho de una u otra manera todo lo que tengo. Este es el caso de la asadurilla del conejo. ¿Qué no sabéis lo que es la asadurilla?, pues son las vísceras (pulmones, corazón e hígado, aunque yo también incluyo los riñoncitos).
Cuando compramos conejo (si es que es de granja) o cuando me regalan alguno de monte, la asadurilla tiene un tratamiento especial en casa: la comemos encebollada, generalmente como aperitivo antes de comer, con un buen vinito.
Así, encebollada, se contrarresta muy bien el sabor fuerte de las entrañas con el dulzor de la cebolla pochadita, y si encima añadimos algo más... Os cuento:
Así, encebollada, se contrarresta muy bien el sabor fuerte de las entrañas con el dulzor de la cebolla pochadita, y si encima añadimos algo más... Os cuento:
Ingredientes (1 ó 2 personas):
1 asadurilla de conejo
100 gr. de níscalos (lactarius deliciosus)
1 cebolla grande
2 dientes de ajo
Laurel
Romero
Tomillo
Pimienta blanca
Sal común
100 cc. de vino blanco
Vinagre de Jerez
Aceite de oliva virgen extra
Preparación:
En una cazuelita de barro echamos cuatro cucharadas de aceite de oliva virgen extra y los ajos laminados. Dejamos que se sofrían ligeramente al fuego medio.
Añadimos la cebolla cortada en juliana media y una hoja de laurel. Dejamos pochar dando vueltas para que no se queme la cebolla hasta que esté ligeramente dorada.
Añadimos una pizca de romero y otra de tomillo. Dejamos pochar medio minuto e incorporamos la asadurilla, bien lavada y cortada: el corazón a la mitad, los riñones enteros y los pulmones y el hígado en daditos. Sazonamos y dejamos sofreir hasta que veamos que cambia de color (pasa del rojo sanguinolento a marrón).
En este momento echamos los níscalos cortados en daditos y que previamente habremos limpiado con un cepillito.
Cubrimos con vino blanco, echamos unas gotitas de vinagre de Jerez (al gusto), envolvemos todo y dejamos cocer a fuego bajo hasta que reduzca el vino a la mitad.
Presentación:
En la misma cazuelita, recién sacada del fuego, calentita, sobre un salvamanteles... Podéis incorporar un poquito de perejil o cebollino recién picado.
Asadurilla de conejo encebollada con níscalos. |
Cuanto me gustan las asadurillas y estas con los niscalos tienen que estar muy sabrosas.
ResponderEliminarQue pase un buen fin de semana a pesar del gobierno.
Saludos
Gracias Apicius, si, con níscalos están ricas. Y este año se están dando bien.
EliminarEchaba en falta sus comentarios.
Saludos y buen fin de semana.
Que buena receta, me la apunto, saludos!
ResponderEliminarMe alegro que te guste Silvia.
EliminarPara eso está: apúntatela y hazla.
Saludos.
Pues a mi me encanta ese matrimonio de la asadurilla con las setas, me apunto tu plato!! Besitos y feliz finde!
ResponderEliminarHelena, a tu disposición.
EliminarBesos y feliz finde también para ti.
ROMERO, yo tampoco tiro las asaduras, me gustan a rabiar. Pero nunca les he puesto níscalos, tomo nota Maestro :)
ResponderEliminarBesitos
Ni yo GUISADORA, pero tenía niscalos y dije: con la asadurilla tienen que estar ricos. Y así ha sido.
ResponderEliminarGracias por tu comentario.
Besitos