En alguna que otra ocasión os he comentado las "delicias" del restaurante Almanzor: los callos de mi Ceferino y el lado más dulce de mi Alberto. Buena gente. Buenos cocineros (a ver cuando saco un huequito para comentaros las delicias que prepara mi Manolo en la plancha). Pues a lo que íbamos, hace unos días me enseña Alberto unas liebres que les ha regalado un amigo cazador.
- ¿Qué vas a hacer con ellas Alberto?.
- Pues unos judiones con liebre, para el menú del día.
- ¡Leche!, por este plato en otras plazas te levantan por lo menos doce euros, pensé, y aquí por ese precio: primero, segundo, postre y bebida...
- Pásate luego y los pruebas, me dijo.
Y efectivamente, luego me pasé para disfrutar de estos maravillosos judiones con liebre, cocinados a fuego lento y rematados en el horno, preparados con el arte los figones de antaño y la categoría de los mejores restaurantes de hoy en día.
Y encima de regalo, un par de lomos de liebre.
- Y ya nos contarás que preparas con estos lomos, me dijo Alberto.
Pues querido amigo, me apetecía un guiso de patatas con liebre, y por eso de darle el toque de "ROMERO y algo más...", este ha sido el plato que he preparado con ellos: un guiso de ñoquis rellenos de gorgonzola con liebre al aroma de albahaca. Ya me dirás si te gusta.
Ingredientes (4 personas):
500 gr. de ñoquis rellenos de gorgonzola
300 gr de liebre (lomo deshuesado)
70 gr. de hígado de liebre
Sangre de la liebre (10 cucharadas soperas)
800 cc. de agua
1 cebolla
3 dientes de ajo
2 pimientas cayena
2 zanahorias
Sal común
Aceite de oliva
Tomillo en rama
Albahaca griega fresca
Preparación:
Deshuesamos los lomos, rechazando los huesos y la falda.
Cortamos los lomos en filetitos como de 1 centímetro de grosor. Reservamos.
Ponemos una cazuela al fuego con cuatro cucharadas de aceite de oliva y pochamos la cebolla cortada en brunoise fina y los ajos bien picaditos. Añadimos las pimientas cayena y dejamos pochar hasta que esté ligeramente dorada la cebolla.
Añadimos el hígado de la liebre y salteamos ligeramente.
Incorporamos los lomos troceados, envolvemos bien y sazonamos al gusto.
Añadimos la sangre de la liebre y cubrimos con agua. Incorporamos un ramillete de tomillo.
Dejamos que rompa a hervir. Tapamos y bajamos el fuego al mínimo. Dejamos cocer por hora y media.
Pasado este tiempo retiramos el tomillo, sacamos el hígado, lo troceamos, majamos en un mortero y añadimos al guiso. Envolvemos bien, tapamos y dejamos cocer treinta minutos más a fuego lento.
Yo recomiendo preparar este guiso la víspera, para que asiente y tome más sabor. Este es el resultado final.
A continuación pelamos unas zanahorias y, con la ayuda de un pelador, sacamos tiras a modo de tallarines. Las pasamos ligeramente por la sartén con un poco de aceite de oliva. Reservamos.
Ponemos en una cazuela agua, y cuando rompa a hervir añadimos una pizca de sal y los ñoquis. Dejamos cocer el tiempo que indique (en este caso cinco minutos), aunque sabremos que el ñoqui está hecho cuando sube a flote. Retiramos con una espumadera y listo para servir.
Presentación:
En un plato llano colocamos en el fondo los lomos de liebre guisados, con caldito. En el centro unos ñoquis rellenos de gorgonzola recién hechos y los tallarines de zanahoria. Rematamos con unas hojas de albahaca griega fresca.
Ñoquis con gorgonzola y liebre al aroma de albahaca. |
Espectacular!!!! muy original la combinación con los ñoquis!! Tu Alberto habrá flipado, jajja, bss
ResponderEliminarGracias Marga.
EliminarYa te diré que me cuenta.
Besines.
a eso le llamo yo suerte te comes un plato estupendo y te traes a casa para seguir cocinando je,je.....un aspecto fantastico el de esos ñoquis
ResponderEliminar¡¡besos¡¡
Ya te digo Lola. Ya te digo.
EliminarDan gusto (y nunca mejor dicho) amig@s así...
Gracias por tu comentario.
Besos.