"Estos espárragos están cojonudos"... Dicen los mentideros que estas palabras fueron dichas por el Rey cuando comió unos espárragos de Navarra que le dieron a probar. No he podido contrastar dicha información pues en algunos foros indican que fué Juan Carlos I quién las pronunció, y a mi me suena de mis correrias por el Reyno de Navarra en tiempos mozos, que esta hazaña se la atribuían su abuelo, Alfonso XII. Si alguien lo puede aclarar se agradecerá.
Bueno, pues a lo que vamos, éstos, os lo puedo asegurar, estaban francamente buenos, aunque los tenía olvidados en el fondo del frigorífico hacía prácticamente dos semanas (¡ya me vale!).
Es fácil de entender: un buen producto, como es el espárrago de Navarra, y un hacer sencillo, que no enmascare su finura, convierten a esta verdura una vez cocida en un verdadero manjar.
¡Lástima que solo tuviera ocho unidades!...
A por la receta.
8 espárragos blancos frescos (de Navarra, por supuesto)
Sal común
Azúcar
Preparación:
Pelamos los espárragos, de la yema al pie, con la ayuda de un pelador (si no tenemos, lo podemos hacer rescando con un cuchillo) hasta que veamos que desaparece la capa exterior dura.
Cuadramos los espárragos y los cortamos a la misma medida (lo cierto es que uno tiene algo de experiencia y casi detecta la parte dura de la carnosa; lo mejor es ir intentando romper el tronco con los dedos y por donde chasca podemos afirmar que es la parte carnosa, luego nos quedaría cuadrar con el cuchillo para que tengan la misma longitud o dejarlos por donde rompieron, de forma natural...).
Ponemos agua en una olla y cuando rompa a hervir echamos una cucharadita de sal y dos de azúcar. Incorporamos los espárragos (sobre como echarlos y como cocerlos hay varias versiones, os ofrezco la mía que es la más común, casera y rápida), tapamos la olla y dejamos cocer...
¡Ah, que no os he dicho cuanto tiempo!. Pues amigos, el tiempo depende de la calidad del espárrago y de su grosor. No hay regla general, pero para este tipo de espárragos y para un calibre de unos dos centímetros, el tiempo puede oscilar en torno a los diez minutos (en este caso, éstos han estado cociendo 13 minutos).
Una vez cocidos, los sacamos con cuidado con una espumadera y los depositamos en un recipiente con agua fría y hielo. De este modo pararemos la cocción y mantendremos su firmeza.
Dejamos escurrir y listos para servir, tanto templados como fríos.
Presentación:
En un plato llano disponemos los espárragos y salseamos con la mahonesa. Nada más. ¿Verdad que es sencillo?.
Perfectos espárragos. Cocción como me gusta.
ResponderEliminarQue maravilla es el esparrago fresco.
Saludos
Gracias Apicius.
EliminarLo cierto es que eché un vistazo a la preparación de los espárragos en el blog "la cocina paso a paso", y los hacemos igual.
Es cierto que un esparrago natural recien hervido es una de las cosas más deliciosas que podemos encontrar
ResponderEliminarPara disfrutarlos, que maravilla de espárragos. Un abrazo, Clara.
ResponderEliminarSencillamente deliciosos, La ultima foto esta que se sale de la pantalla. jejeje
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y muchas bendiciones
ESTUPENDOS Y SUPER RICOS¡¡¡¡
ResponderEliminarQue ricos! Tienen que estar deliciosos :)
ResponderEliminarA ver si lo entiendo: nos estás regalando en tus últimas entradas el menú de tu cumpleaños, ¿a que sí? Pues a ver si el año que viene me invitas, porque vaya menú...
ResponderEliminarJejeje
EliminarGracias por vuestros comentarios.
ResponderEliminarEsta noche o mañana subo otra preparación con el resto de espárragos.
Hay que aprovecharse de la temporada. Tengo que comprar más...
Pues cojonudo!!!! ;)
ResponderEliminar