Aprovechando que acaba de entrar el otoño, con él los primeros frescos y, vaya, que el cuerpo lo pide, me he atrevido a preparar esta fabada asturiana, como la hacemos en casa, intentando mantener la más pura tradición... ¡La primera de la temporada de otoño-invierno!.
Espero que os guste.
Ingredientes (4 personas):
320 gr. de fabes astuarianas
2 chorizos ahumados
2 morcillas ahumadas
200 gr. de tocino entreverado
Azafrán
Preparación:
La víspera metemos las fabes en remojo dentro de un cuenco con agua abundante para que se hidraten (hay que tener en cuenta que suelen duplicar su peso).
Una vez hidratadas las fabes, escurrimos el agua y las introducimos en una olla junto con el compango. ¿Qué que es el compango?. Seguro que ya hay más de un asturiano diciendo... Tranquilos, ya lo digo yo: el compango es el acompañamiento cárnico ahumado de la fabada, esto es, el chorizo, la morcilla y el tocino entreverado (ligeramente salado).
Ponemos la olla en el fuego. Según vaya cociendo, y antes de que rompa a hervir, desespumamos para quitar las impurezas (realmente se trata de la precipitación de las proteinas cárnicas por efecto del calor).
Una vez retirada la "espuma", añadimos el azafrán (no pongo cantidad pues pesa tan poco que para muestra la foto de lo que incorporé), tapamos la olla, bajamos el fuego al mínimo y dejamos cocer SIN DESTAPAR, tres horas (aunque este tiempo dependerá de la calidad de las fabes, el mínimo será dos horas).
Pasado este tiempo apagagamos el fuego y dejamos reposar hasta el día siguiente.
Media hora antes de servir, ponemos la olla a fuego medio-bajo, cuando rompa la cocción bajamos al mínimo y dejamos cocer unos diez minutos.
Pasado este tiempo destapamos, retiramos el compango y lo cortamos en raciones.
A continuación emplatamos las fabes y añadimos el compango en cada plato.
Presentación:
En un plato honco colocamos la ración de fabes y un trocito de chorizo, otro de morcilla y uno de tocino entreverado.
Fabada asturiana. |
En caso de que queráis servir un puchero comunitario, servir todas las fabes dentro de él e introducir el compango ya troceado. Serviremos en la mesa a cada comensal.
¿Qué os ha parecido?. ¡Ánimo que está muy rica y no lleva nada de trabajo!.
NOTA 1: si el tocino entreverado está muy salado, es conveniente desalarlo en agua abundante la víspera.
NOTA 2: si véis que el caldo no ha espesado lo suficiente, tenéis varias alternativas: una es sacar unas cuantas fabes, machacarlas en el mortero e introducir nuvamente en la olla dejando cocer hasta que espese; otra es incorporar pan rallado y dejar que cueza unos cinco minutos (prefiero la anterior). Una tercera sería desleer maicena en un poquito de agua e incorporar al guiso (no os la recomiendo, pero tengo que contarla). Lo mejor es, que cuando se está haciendo la fabada, dejar medio abierta la tapa, así se traba mejor el caldo, eso si, tener en cuenta desde el principio que necesitáis una mayor cantidad de líquido, pues se evapora. Esta es la mejor opción, pero, si no se tiene tino, la más arriesgada.
NOTA 3: está mejor este guiso dejando reposar un día, vamos, lo que siempre se ha llamado "de un día para otro"...
Si señor.. muy buena Fabada que te has marcado....
ResponderEliminarMuchas gracias COVA.
Eliminarriquiiiisima, si señor, yo la he hecho anteayer pero con las fabes frescas que tengo sembradas y muy parecida a la tuya (sin ponerlas en remojo claro por ser frescas). lo único es que yo, le pongo una rama de hierba buena cuando las pongo al día siguiente a cocer(así lo aprendí de mi madre y lo tengo por costumbre) y también le pongo una patata pequeña que es la que luego uso para trabar un poco el caldo (creo que eso va en costumbres) un beso.
ResponderEliminarMuchas gracias Pilar.
EliminarYo la hago como me dijo que la hacía su madre un amigo mío, de Tapia de Casariego.
Saludos.
A estas horas de la mañana y ver este plato de fabada me ha hecho la boca agua.
ResponderEliminarMagnifica preparación con el detalle exótico del azafrán,
Que pase un buen día.
Saludos
Gracias Apicius.
EliminarEl detalle del azafrán se lo debo a la madre de un amigo, asturianos por cierto, aparte del color le aporta un buen sabor, aunque se camifla con el ahumado del compango.
Saludos.
Nunca me he atrevido a hacer fabada, y mira que me gusta... Cuando salen bien, las fabes se quedan tan mantecosas y tan ricas que me parecen una delicia. En teoría, y tal y como tú has explicado en la entrada, son sencillas de hacer, pero es una receta a la que le tengo bastante respeto. Me guardo tu post, y a ver si me atrevo un día de estos :)
ResponderEliminarSusana: ÁNIMO.
EliminarNo tiene más de lo que he puesto. Bueno, paciencia y fuego lento...
Saludos.
¡Ah!, se me olvidó decirte que solo es fundamental unas buenas fabes y una buena chacina.
EliminarExcelente para este tiempo que entra.
ResponderEliminar¿¿ No dijistes que ibas a perder los kilitos de más cogidos en el verano ??. Esto es una canallada, pues si no lo pones, ni me acuerdo de las fabes. Ahora yo a empezar de nuevo la dieta después de comerme la fabada....
Un abrazo
Malagueto, esto no engorda hombre, a lo más unos poquitos de gases... pero se van, se van... jejeje.
EliminarSaludos.
Excelente receta, ROMERO!! Estas fotos, casi desprenden olor y todo...
ResponderEliminarYo no sé de dónde me viene la costumbre de cocer las fabes en el mismo agua de remojo, y confieso que también las asusto, mala que es una jijiji.
Maricurz, mala no: MALÍSIMA, jejejeje.
EliminarSaludos.